Homenaje por el 8vo. aniversario de la muerte del inolvidable bailarín, profesor y músico Eduardo Rivero Walker

Gala homenaje al inolvidable bailarín, profesor y músico Eduardo Rivero Walker

Audio: Oscar Ignacio Ruano Chávez
Premio Nacional de la Danza 2001 y director del Grupo Teatro de la Danza del Caribe, Eduardo Rivero Walker tuvo una gala homenaje especial en Santiago de Cuba-

A la memoria de Eduardo Rivero Walker, en la gala participó el Grupo de Danza del Caribe, la presentación fue de Elio Salas, imágenes del documental Magia y Aplausos de Carlos Alberto Fernández López; además, fragmentos de suites de blues y otras rememoraciones al profesor, músico y genial exponente del arte danzario cubano.

Eduardo Rivero Walker fue muy querido por los santiagueros y así se denota en su intensa biografía.

Eduardo Rivero Walker (1936-2012). Bailarín cubano; coreógrafo, maestro y director de compañías de danza. Nació en La Habana el 13 de octubre de 1936.

Eduardo Rivero Walker Inició estudios de ballet en los años cincuenta del siglo XX, en el Conservatorio Municipal de La Habana, con la profesora Clarita Roche y, simultáneamente, bailaba en cabarés de La Habana y otras ciudades del país.

Cuando, en 1959, se creó el Departamento de Danza Moderna del Teatro Nacional de Cuba, Ramiro Guerra (su director) convocó a Eduardo Rivero Walker a ingresar en esa nueva experiencia danzaria. Esto lo convirtió en bailarín fundador del Conjunto Nacional de Danza Moderna (hoy Danza Contemporánea de Cuba) donde asumió roles principales en Mulato, Mambí, Chacona,

La rebambaramba, Medea y los negreros,Ceremonial de danza, Orfeo antillano, dentro de la temporada inaugural de la compañía e incluidos dentro del repertorio de Guerra y de los coreógrafos Elena Noriega, Manuel Hiram y Lorna Burdsall.

En junio de 1960 se estrenó el ballet Suite yoruba y Ramiro Guerra encomendó a Eduardo Rivero Walker el rol del dios de los metales: Oggún. Su interpretación quedó como referente antológico para la danza cubana, pues (cual poseso de la virilidad y el dominio de los útiles de la guerra) trascendió como un verdadero dios danzante, inmortalizado en el filme Historia de un ballet, de José Massip, producido por elInstituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), dos años más tarde.

En la cúspide de su carrera como intérprete, Eduardo Rivero Walker decidió probar suerte como creador, y en 1970 estrenó el dúo Okantomí («con todo mi amor», en lengua yoruba), que resultó un contraste íntimo con las mega producciones de Ramiro Guerra: Improntu galante o El decálogo del Apocalipsis.

Esta visión íntima, primitiva y elegante de la relación en la pareja humana, su sensualidad y economía de recursos físicos, logró impactar al público y a la crítica, y también se inscribiría entre los títulos imprescindibles de la danza moderna cubana.

Pero su segunda obra, Súlkari, rebasó las expectativas del Rivero coreógrafo, al entregar esta fórmula estatuaria y sensual a tres parejas. La pieza marcó otro hito y aún pervive en el repertorio de Danza Contemporánea de Cuba y de otras compañías del país. Ambas piezas fueron filmadas por el ICAIC.

Gala homenaje al inolvidable bailarín, profesor y músico Eduardo Rivero Walker
Gala homenaje al inolvidable bailarín, profesor y músico Eduardo Rivero Walker

En su trayectoria coreográfica se encuentran otros obras emblemáticas:Otansí, Tanagras, Sarabanda, todas creadas para la compañía.

Como parte de una colaboración entre Danza Contemporánea de Cuba y una reciente compañía contemporánea fundada en Santiago de Cuba, Rivero visitó esa ciudad en 1988 para impartir clases, montar repertorio y asesorar el proyecto Teatro de la Danza del Caribe.

Prendado por la idea de iniciarse él mismo en una agrupación joven con la cual pudiera trabajar su estética danzaria, comenzó a laborar en la llamada «capital del Caribe» y poco tiempo después, asumió la dirección de la compañía, e incorporó al repertorio algunas de sus obras ya estrenadas y creó las piezas nuevas: Destellos, Tributo, Trío y Lambarena.

También se desempeñó como maestro y unió las enseñanzas de Ramiro Guerra a la danza moderna cubana con el movimiento del Caribe que baña la ciudad y que, desde entonces, lo ha acogido como un hijo y le profesa (como todo el país) un profundo respeto y agradecimiento.

La sede de la agrupación está en el teatro Heredia, el mayor y más importante fuera de la capital.

Eduardo Rivero Walker

Eduardo Rivero Walker ha recorrido tres continentes, desde París hasta Berlín, para ha impartido clases en la Escuela Palucca; desde México hasta Kingston, donde ha establecido fuertes nexos de colaboración. Con su compañía se ha presentado en varios escenarios del mundo, y cosechado triunfos y críticas halagadoras.

En Cuba ha recibido las distinciones: Por la Cultura Nacional, Orden Félix Varela y Premio Nacional de Danza.

Murió en la ciudad de Santiago de Cuba, el 1 de noviebre del 2012.

Sobre su obra se ha dicho: «los intérpretes, como obedientes a un ritmo interno, profundo, marcan la delicadeza de la mujer, el potente manifestarse del hombre.

La luz sobre los cuerpos es un eficaz componente en este continuo modelar con el material humano. La música toma su parte, no se suma, es componente indisoluble del todo».

SULKARI 1/2

Catálogo Coreográfico Danza Contemporánea de Cuba:

1970 Okantomí
1971Sulkari
1972 Otansí El, solo Doce por una causa
1973 Apertura XX Aniversario(en colaboración con Gerardo Lastra)Tanagras(estrenado en Georgetown, Guyana)
1978Elogio de la danza Contraste (en colaboración con Arnaldo Patterson)
1979 Ómnira Dúo a Lam Sarabanda
Teatro de la Danza del Caribe: Ceremonial de danza Destellos Lambarena
Reggae Suite de Blues Toromata Trío Filmes Historia de un ballet.ICAIC, La Habana, 1962.Okantomí.ICAIC, La Habana, 1974.Sulkari.ICAIC, La Habana, 1974.Vídeo Magia de aplausos.HavanaTur Santiago-Imágenes, Santiago de Cuba, 2005.

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