Repercute estrategia cubana en palabras del Ministro de Economía este 12 de octubre

Vice primer ministro cubano y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, la estrategia económica y social

Por: Laritza Moya Rodríguez
La estrategia cubana
ante el azote de la pandemia es única, en tato contamos con un sistema real de salud pública, voluntad política gubernamental, experiencias de otras enfermedades mayores, resistencia y resiliencia.

El país con su estrategia cubana piensa en «el desarrollo de su economía, a pesar del complejo panorama en el que se desenvuelve, debido a las consecuencias de la pandemia y al recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero del Gobierno de EE. UU. contra nuestro país«, aseguró el viceprimer ministro Alejandro Gil Fernández, en el espacio Mesa Redonda de este lunes.

la economía ha venido enfrentando un incremento de la demanda de gastos, «hemos tenido que invertir casi mil millones de pesos en el financiamiento de los gastos vinculados con la Salud.

Al explicar el difícil panorama en que se ha desenvuelto el país en estos meses, se refirió a los 150 000 trabajadores estatales interruptos y los 250 000 por cuenta propia con suspensión temporal del trabajo. «Incluso, los que no han estado interruptos o bajo suspensión temporal de sus licencias, han tenido un bajo nivel de actividad tanto en el sector estatal como en el no estatal», añadió.

Aseguró que a esto se une una disminución de la entrada de divisas al país, cierre de fronteras y afectaciones en mercados de exportación, aunque se ha mantenido la estrategia de producir para la exportación, que calificó como una decisión muy válida.

Vice primer ministro cubano y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, la estrategia económica y social
Vice primer ministro cubano y titular de Economía y Planificación,
Alejandro Gil Fernández, la estrategia económica y social

Agregó que todo esto se ha realizado bajo la planificación, gracias a la potencialidad que tiene el país de planificar sus recursos y ponerlos donde más rinden, a los efectos prácticos del momento que está enfrentando.

«A la vez que se trabaja para sobreponernos al contexto actual, que requiere de mucha unidad y comprensión de nuestro pueblo sobre cómo salir adelante, no dejamos de pensar en nuestro modelo de desarrollo, en su sostenibilidad y en las transformaciones que tenemos que incorporar para alcanzar ese socialismo próspero que los cubanos hemos decidido como modelo», afirmó.

Precisó que en la segunda etapa no hay fases, «hay 16 áreas de resultados claves, y se trabaja en todas las áreas a la vez», y llamó a imprimir mayor ritmo a las transformaciones propuestas.

De la estrategia cubana, como apunta en su artículo sobre la pandemia, el presidente cubano Miguel Díaz Canel Bermúdez:

La experiencia de enfrentamiento a la COVID-19 confirma las grandes oportunidades que ofrece la colaboración estrecha e interactiva entre los científicos y el Gobierno.

Este es un tema de interés para todos los países. Se asume comúnmente que la formulación y evaluación de las políticas públicas debería siempre descansar en el conocimiento experto.

Es complejo, sin embargo, lograrlo. No siempre es posible consolidar una comunicación fluida y mutuamente comprensible entre el mundo académico y los decisores políticos.

En la primera parte de este artículo se identificaron varios de los problemas que el neoliberalismo ha generado. Contar con un proyecto social alternativo, socialista, ofrece a Cuba excelentes oportunidades para lograr que efectivamente la ciencia actúe como una fuerza social transformadora.

La experiencia que se ha acumulado en la batalla contra la COVID-19 demuestra que en las condiciones de Cuba eso es posible y muy beneficioso para lograr objetivos compartidos.

Esa colaboración se apoya en fundamentos éticos y políticos que la Revolución ha forjado.

Se corrobora la pertinencia de considerar la innovación, la informatización y la comunicación social como pilares en la gestión del Gobierno cubano, lo cual ha propiciado soluciones innovadoras desde la ciencia, el desarrollo de aplicaciones informáticas orientadas al enfrentamiento de la pandemia y la realización de un ejercicio de comunicación social que ha ofrecido confianza y orientación a la población, a la vez que ha dignificado con apreciable reconocimiento social el aporte del personal de la salud y de los científicos.

La experiencia acumulada indica, además, que la colaboración entre el Gobierno y los científicos debe constituir un estilo de trabajo permanente. Debe facilitar el «profundo ejercicio de pensamiento innovador»(24) que el desarrollo del país demanda.

El objetivo tiene que ser «llegar a la transformación productiva que necesita el país en estos momentos, que garantice procesos con más eficiencia, productividad, utilidad e ingresos, que satisfaga las demandas internas, que nos dé posibilidades de exportación y que además propicie bienestar, desarrollo y prosperidad»

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